sábado, 12 de julio de 2025

GABI ESOTÉRICO Y GABI EXOTÉRICO

 


Por si alguien se ha sorprendido por el título lo aclaramos desde ya mismo: no, no estamos diciendo que Gabi tuviera relación ninguna con el esoterismo, la alquimia o ningún tipo de nigromancia. Nada de eso. Es más, seguramente a Gabi todo eso le parecieran “gilipolleces”, así dicho tal cual hablaba él. No, lo que estamos haciendo es comparar a Gabi Pareras con Aristóteles. Puede que alguien se haya sorprendido ahora más que antes. Pues sí, con Aristóteles. En Historia de la Filosofía se distingue un Aristóteles exotérico y otro esotérico. Se trata de un juego de palabras con estos dos términos con significados totalmente distintos a pesar de que solo tienen una letra de diferencia. Más concretamente, los términos refieren a la obra de Aristóteles en tanto que la distinguen en dos tipos. La obra exotérica (hacia afuera), designa a aquellos textos de Aristóteles que él mismo decidió publicar para ser leídos por el gran público. Eran textos relativamente sencillos y accesibles que, además, imitaban el estilo dialógico de su maestro Platón. Su obra esotérica (hacia adentro) era la que estaba destinada a sus discípulos, a los iniciados, y era más compleja. También se la conoce como su obra acroamática (para ser oída) ya que no se publicaba en forma de texto para ser leída, sino que se transmitía oralmente por el mismo Aristóteles, seguramente mientras paseaba junto a sus discípulos (de ahí que también se llame a su filosofía “peripatética”: paseando). Paradójicamente, la obra exotérica de Aristóteles hoy día se ha perdido prácticamente entera, mientras que la que se conserva es su obra esotérica. Los libros de Aristóteles que se conservan son, en realidad, apuntes de esas clases orales.

La distinción exotérico-esotérico se ha ampliado después para referirse a la obra que un autor decide publicar en vida, en contraposición a la que no quiso publicar tal cual (o no se publicó de hecho) por los motivos que fueran. No necesariamente porque fuera solo para iniciados. De hecho, podría ser al revés que Aristóteles: que un autor decidiera publicar su obra más densa y oscura, y dejar para sus discípulos las explicaciones más sencillas de lo mismo. También puede ser que no le gustara el resultado. Recordemos que Kafka decidió que la mayor parte de sus obras (cuando todavía eran solo manuscritos) fueran destruidos, deseo que (afortunadamente para el resto del mundo) fue desobedecido por su amigo y editor Max Brod. O puede ser que el autor considerara que algunas obras no estaban todavía maduras para publicarse, que les faltaba revisarlas o terminarlas. Puede que todavía estuvieran en estado embrionario de bocetos o apuntes. Incluso puede que se tratara de textos que el autor no tuviera pensado publicar de ninguna forma: por ejemplo, cartas, diarios o notas personales (hoy día añadiríamos conversaciones privadas en persona, por email o vídeo-conferencia).

Lo dicho para filósofos y escritores en general puede aplicarse también a la magia. Muchos magos tienen una obra exotérica que conscientemente quieren compartir o vender al público en forma de conferencias (y notas de conferencia), libros, vídeos, etc. Pero otros también tienen su propia obra esotérica, una obra que ni publican ni quisieran que se hiciera pública. En el pasado, los magos eran muy celosos de sus trucos y puede decirse que toda la magia era esotérica en ese sentido (no en el de “ocultista”). Era esotérica y acroamática, pues solo se transmitía de un mago a otro oralmente y con mucho secreto. Hoy día las cosas han cambiado, sobre todo con el fenómeno de la “magia para magos” y mucho más con internet. Aun así, sigue habiendo una obra esotérica en muchos magos. Pensemos en Juan Tamariz. Él mismo confiesa en El Arco Iris Mágico que dudó mucho en publicar su teoría del simbolismo metafórico en magia. Afortunadamente lo publicó en ese mismo libro, pero ahí dice que cuando lo había comentado antes en otros sitios no había sido siempre bien recibido. Supongamos que Juan hubiera decidido finalmente no publicarlo nunca. Esa teoría quedaría como parte de su obra esotérica, conocida tan solo por aquellos con quienes la hubiera compartido oralmente (y que no todos la recibían muy bien, por lo dicho antes). Pasados los años (y esperemos que sean muchos más) sobre esos confidentes de Juan pesaría una enorme responsabilidad y un gran dilema: ¿publican o no publican lo que Juan les había dicho? Estarían ante un conflicto como el de Max Brod con Kafka. Para los demás siempre nos quedaría la duda: si Juan no lo publicó, por algo sería. Pero ¿por qué? ¿Porque era solo para iniciados o porque él mismo no estaba seguro de esa teoría? Dado que lo ha publicado, nos ha ahorrado todo esto.

Pero no pasa lo mismo con Gabi Pareras. Los dioses, que fueron tan generosos con Dai Vernon o René Lavand, no tuvieron la misma consideración con Pepe Carroll ni tampoco con Gabi Pareras. Sé que Carroll publicó algunos textos de teoría mágica, pero desconozco hasta qué punto le interesaba mucho más. Pero sí sé que en el caso de Gabi había un interés explícito por la teoría. Gabi analiza profundamente la Teoría estructural de Arturo de Ascanio, y con una perspectiva crítica procede a ir elaborando su propia concepción ficcional de la magia. Sin embargo, su obra quedó interrumpida e incompleta en muchos sentidos. Tanto su obra teórica como la propiamente mágica (juegos, rutinas, técnicas…).

Gabi publicó bastante, es decir, su obra exotérica es copiosa. Aunque esto hay que matizarlo. Libros como tales, solamente publicó el de La depuración constante de lo mismo (2014, Famulus). Pero lo que más publicó Gabi Pareras fueron textos en formato notas de conferencia o autoeditados (a veces reeditados por el Grupo Kaps). Artículos sí que publicó varios en la revista El Manuscrito de Dani Daortiz entre 2011 y 2014, muchos de ellos reproducciones de otros textos previos. También hay juegos suyos en el libro de La magia española del siglo XX (2003, Páginas) de Juan Gallego y Miguel Ángel Gea, así como en la obra colectiva homenaje a Carroll: 52 Infieles (2013). En formato audiovisual, Gabi también tiene varios vídeos. Sobre todas estas publicaciones de Gabi Pareras, ver “Publicaciones y textos de Gabi” en la web cosasdegabi.com.

Todo este material constituye la obra exotérica de Gabi, el problema es que pudiera pasarle como a Aristóteles y acabar perdiéndose. Y es que gran parte de toda esa producción de Gabi es ahora mismo muy difícil de conseguir. La mayoría están agotados y algunos sobreviven en versiones piratas por internet. Por otra parte, muchos de esos textos de Gabi, aunque formalmente no se trata de libros (editados, encuadernados…) materialmente (por su contenido) sí que lo son. Es decir, se podrían haber publicado por alguna editorial prácticamente tal cuales. Sin embargo, otros, especialmente los más teóricos pero no solo esos, se nota que no están depurados: a veces son esquemáticos y tienen la apariencia de apuntes o borradores, se nota que les faltaba hervir un poco o bastante más.

La mayor aportación teórica de Gabi Pareras, su concepción ficcional de la magia, quedó claramente interrumpida con su fallecimiento. Gabi nunca publicó un texto acabado, tipo libro, sobre esta teoría, y los que publicó muestran claramente ese carácter in fieri, de estar todavía en proceso, en obras. El más significativo, Alicante ficcional, no deja de ser un compendio de notas preparadas para la conferencia al respecto que dio en Alicante en 2010. Los demás (El misterio de lo imposible, La conciencia perceptiva, A través del espejo…) muestran diferencias con el anterior. Es decir, Gabi Pareras iba cambiando y modificando su teoría, estaba trabajando en ella y la muerte le pilló literalmente con las manos en la masa. Sus textos teóricos muestran cómo iba leyendo acerca de temáticas ajenas a la magia (filosofía, neurociencia, literatura, estética…) que luego “traducía” (como él mismo decía) para utilizar lo que tuvieran de valor y aplicación a la teoría mágica. Pero todo ese trabajo está sin acabar. Por ejemplo, el primer Gabi se nota muy influido por la lectura de ciertas teorías estéticas y filosóficas, puede decirse que por el arte y la literatura. Pero el último Gabi se nota que ha leído ahora sobre psicología y neurociencia, y su enfoque cambia.

Como decíamos, todo ese trabajo quedó interrumpido y ahora nos queda la duda de qué hubiera pasado si los dioses le hubieran concedido a Gabi tantos años como a Vernon. ¿Habría publicado, finalmente, una versión definitiva de su teoría ficcional? ¿La habría abandonado por inviable? Es difícil saberlo solo con su obra exotérica. Y aquí es donde es importante la obra esotérica. Gabi no vivía en una burbuja ni apartado del mundanal ruido en lo alto de una colina. Al revés, Gabi gustaba de la compañía y la conversación incluso hasta muy tarde, hasta el amanecer. En esas conversaciones Gabi fue dejando caer su obra esotérica o acroamática. Y buena parte de ella es la que Ricardo Rodríguez, Juan Esteban Valera y Carlos Vinuesa han recogido en el libro llamado, precisamente, Hasta el amanecer: Conversaciones con Gabi Pareras (2024, El Caballo del Malo). Uno de los grandes méritos de esta obra, entre otros, es la recuperación de buena parte de esta obra esotérica de Gabi Pareras. En realidad, es difícil decir si es esotérica o exotérica. Y es que Gabi sabía que Juan Esteban le estaba grabando y que después se iba a publicar. Pero nunca vio el resultado final ni pudo corregirlo, editarlo, pulirlo…, como se hace con las obras exotéricas. Es decir, si Gabi lo hubiera leído lo mismo hacía como Kafka y hubiera dicho: “Ni se os ocurra publicar esto, cabr…”. O lo mismo se entusiasma y dice: “Ni se os ocurra cambiar nada, cabr…”. O dice: “Cambia esto sí y esto no”. El caso es que no pudo hacer nada de eso. Luego Ricardo transcribió todo sin prácticamente ningún arreglo, de hecho, aparecen hasta las cosas que piden a los camareros y todas las palabrotas de Gabi. Así que tal vez esté en algún punto intermedio entre lo esotérico y lo exotérico, a mi modo de ver más eso que exo.

Es más que probable que jamás podamos saber qué hubiera pasado si Gabi hubiera vivido más años. Pero la recuperación, en lo que sea posible, de su obra exotérica y esotérica puede ayudar, por lo menos, a hacer hipótesis sobre bases más sólidas y fundamentadas.

En cuanto a la obra exotérica de Gabi, se hace ya más que necesaria la edición de sus obras completas. Recopilar y publicar, en edición crítica, todos los textos de Gabi Pareras que están desperdigados en notas de conferencia, autoediciones en canutillo, artículos de revistas, etc. Y decimos en edición crítica para que se incluyan introducciones y notas a pie de página que enriquezcan los textos y faciliten su estudio y comprensión (al modo en el que Jesús Etcheverry publicó La Magia de Ascanio). No es una tarea fácil ni sencilla, pero me consta que ya hay personas cercanas a Gabi trabajando en esa línea: ¡ánimo y adelante!

En lo que concierne a la obra esotérica de Gabi Pareras, la cuestión ya no es solo necesaria sino urgente: quienes mejor le conocieron, y tuvieron la suerte de pasar horas y horas con él (Joaquín Matas, Ricardo Rodríguez…), tienen la obligación de compartir todo aquello que recibieron de Gabi y que completa a la parte exotérica. Hasta el amanecer es por ahora el primer paso en esta línea, primer gran paso, mejor dicho, por el volumen y calidad del resultado. La web y el Facebook Cosas de Gabi también está contribuyendo en este sentido, así como el trabajo de recuperación y recopilación de vídeos de Gabi en actuaciones formales e informales que están realizando.

Esperemos que, con el tiempo (y a poder ser, cuanto antes) podamos disfrutar de toda esa obra exotérica y esotérica de Gabi Pareras. Y que podamos seguir hablando de ella “hasta el amanecer”.

Enlace al libro Hasta el amanecer y enlace a la página complementaria al libro. 

Andrés Carmona Campo

andrescarmonacampo@gmail.com

 Enlace de descarga de Filosofía de la magia (full text)

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