Por si alguien se ha sorprendido por el título lo aclaramos desde ya mismo: no, no estamos diciendo que Gabi tuviera relación ninguna con el esoterismo, la alquimia o ningún tipo de nigromancia. Nada de eso. Es más, seguramente a Gabi todo eso le parecieran “gilipolleces”, así dicho tal cual hablaba él. No, lo que estamos haciendo es comparar a Gabi Pareras con Aristóteles. Puede que alguien se haya sorprendido ahora más que antes. Pues sí, con Aristóteles. En Historia de la Filosofía se distingue un Aristóteles exotérico y otro esotérico. Se trata de un juego de palabras con estos dos términos con significados totalmente distintos a pesar de que solo tienen una letra de diferencia. Más concretamente, los términos refieren a la obra de Aristóteles en tanto que la distinguen en dos tipos. La obra exotérica (hacia afuera), designa a aquellos textos de Aristóteles que él mismo decidió publicar para ser leídos por el gran público. Eran textos relativamente sencillos y accesibles que, además, imitaban el estilo dialógico de su maestro Platón. Su obra esotérica (hacia adentro) era la que estaba destinada a sus discípulos, a los iniciados, y era más compleja. También se la conoce como su obra acroamática (para ser oída) ya que no se publicaba en forma de texto para ser leída, sino que se transmitía oralmente por el mismo Aristóteles, seguramente mientras paseaba junto a sus discípulos (de ahí que también se llame a su filosofía “peripatética”: paseando). Paradójicamente, la obra exotérica de Aristóteles hoy día se ha perdido prácticamente entera, mientras que la que se conserva es su obra esotérica. Los libros de Aristóteles que se conservan son, en realidad, apuntes de esas clases orales.
La
distinción exotérico-esotérico se ha ampliado después para referirse a la obra
que un autor decide publicar en vida, en contraposición a la que no quiso
publicar tal cual (o no se publicó de hecho) por los motivos que fueran. No
necesariamente porque fuera solo para iniciados. De hecho, podría ser al revés
que Aristóteles: que un autor decidiera publicar su obra más densa y oscura, y
dejar para sus discípulos las explicaciones más sencillas de lo mismo. También
puede ser que no le gustara el resultado. Recordemos que Kafka decidió que la
mayor parte de sus obras (cuando todavía eran solo manuscritos) fueran
destruidos, deseo que (afortunadamente para el resto del mundo) fue
desobedecido por su amigo y editor Max Brod. O puede ser que el autor
considerara que algunas obras no estaban todavía maduras para publicarse, que
les faltaba revisarlas o terminarlas. Puede que todavía estuvieran en estado embrionario
de bocetos o apuntes. Incluso puede que se tratara de textos que el autor no
tuviera pensado publicar de ninguna forma: por ejemplo, cartas, diarios o notas
personales (hoy día añadiríamos conversaciones privadas en persona, por email o
vídeo-conferencia).
Lo dicho
para filósofos y escritores en general puede aplicarse también a la magia.
Muchos magos tienen una obra exotérica que conscientemente quieren compartir o
vender al público en forma de conferencias (y notas de conferencia), libros,
vídeos, etc. Pero otros también tienen su propia obra esotérica, una obra que
ni publican ni quisieran que se hiciera pública. En el pasado, los magos eran
muy celosos de sus trucos y puede decirse que toda la magia era esotérica en
ese sentido (no en el de “ocultista”). Era esotérica y acroamática, pues solo
se transmitía de un mago a otro oralmente y con mucho secreto. Hoy día las
cosas han cambiado, sobre todo con el fenómeno de la “magia para magos” y mucho
más con internet. Aun así, sigue habiendo una obra esotérica en muchos magos.
Pensemos en Juan Tamariz. Él mismo confiesa en El
Arco Iris Mágico que dudó mucho en publicar su teoría del simbolismo
metafórico en magia. Afortunadamente lo publicó en ese mismo libro, pero ahí dice
que cuando lo había comentado antes en otros sitios no había sido siempre bien
recibido. Supongamos que Juan hubiera decidido finalmente no publicarlo nunca.
Esa teoría quedaría como parte de su obra esotérica, conocida tan solo por
aquellos con quienes la hubiera compartido oralmente (y que no todos la
recibían muy bien, por lo dicho antes). Pasados los años (y esperemos que sean
muchos más) sobre esos confidentes de Juan pesaría una enorme responsabilidad y
un gran dilema: ¿publican o no publican lo que Juan les había dicho? Estarían
ante un conflicto como el de Max Brod con Kafka. Para los demás siempre nos quedaría
la duda: si Juan no lo publicó, por algo sería. Pero ¿por qué? ¿Porque era solo
para iniciados o porque él mismo no estaba seguro de esa teoría? Dado que lo ha
publicado, nos ha ahorrado todo esto.
Pero no pasa
lo mismo con Gabi Pareras. Los dioses, que fueron tan generosos con Dai Vernon
o René Lavand, no tuvieron la misma consideración con Pepe Carroll ni tampoco
con Gabi Pareras. Sé que Carroll publicó algunos textos de teoría mágica, pero
desconozco hasta qué punto le interesaba mucho más. Pero sí sé que en el caso
de Gabi había un interés explícito por la teoría. Gabi analiza profundamente la
Teoría estructural de Arturo de Ascanio, y con una perspectiva crítica procede
a ir elaborando su propia concepción ficcional de la magia. Sin embargo, su
obra quedó interrumpida e incompleta en muchos sentidos. Tanto su obra teórica
como la propiamente mágica (juegos, rutinas, técnicas…).
Gabi publicó
bastante, es decir, su obra exotérica es copiosa. Aunque esto hay que
matizarlo. Libros como tales, solamente publicó el de La depuración
constante de lo mismo (2014, Famulus). Pero lo
que más publicó Gabi Pareras fueron textos en formato notas de conferencia o
autoeditados (a veces reeditados por el Grupo Kaps). Artículos sí que publicó varios en la
revista El Manuscrito
de Dani Daortiz entre 2011 y 2014, muchos de ellos reproducciones de otros
textos previos. También hay juegos suyos en el libro de La
magia española del siglo XX (2003, Páginas) de
Juan Gallego y Miguel Ángel Gea, así como en la obra colectiva homenaje a
Carroll: 52 Infieles (2013). En formato audiovisual, Gabi también tiene
varios vídeos. Sobre todas estas publicaciones de Gabi Pareras, ver “Publicaciones y textos de Gabi”
en la web cosasdegabi.com.
Todo este material constituye la obra exotérica de Gabi, el
problema es que pudiera pasarle como a Aristóteles y acabar perdiéndose. Y es
que gran parte de toda esa producción de Gabi es ahora mismo muy difícil de
conseguir. La mayoría están agotados y algunos sobreviven en versiones piratas
por internet. Por otra parte, muchos de esos textos de Gabi, aunque formalmente
no se trata de libros (editados, encuadernados…) materialmente (por su
contenido) sí que lo son. Es decir, se podrían haber publicado por alguna
editorial prácticamente tal cuales. Sin embargo, otros, especialmente los más
teóricos pero no solo esos, se nota que no están depurados: a veces son
esquemáticos y tienen la apariencia de apuntes o borradores, se nota que les
faltaba hervir un poco o bastante más.
La mayor aportación teórica de Gabi Pareras, su concepción
ficcional de la magia, quedó claramente interrumpida con su fallecimiento. Gabi
nunca publicó un texto acabado, tipo libro, sobre esta teoría, y los que
publicó muestran claramente ese carácter in fieri, de estar todavía en
proceso, en obras. El más significativo, Alicante ficcional, no deja de
ser un compendio de notas preparadas para la conferencia al respecto que dio en
Alicante en 2010. Los demás (El misterio de lo imposible, La conciencia
perceptiva, A través del espejo…) muestran diferencias con el anterior. Es
decir, Gabi Pareras iba cambiando y modificando su teoría, estaba trabajando en
ella y la muerte le pilló literalmente con las manos en la masa. Sus textos
teóricos muestran cómo iba leyendo acerca de temáticas ajenas a la magia
(filosofía, neurociencia, literatura, estética…) que luego “traducía” (como él
mismo decía) para utilizar lo que tuvieran de valor y aplicación a la teoría
mágica. Pero todo ese trabajo está sin acabar. Por ejemplo, el primer Gabi se
nota muy influido por la lectura de ciertas teorías estéticas y filosóficas, puede
decirse que por el arte y la literatura. Pero el último Gabi se nota que ha
leído ahora sobre psicología y neurociencia, y su enfoque cambia.
Como decíamos, todo ese trabajo quedó interrumpido y ahora
nos queda la duda de qué hubiera pasado si los dioses le hubieran concedido a
Gabi tantos años como a Vernon. ¿Habría publicado, finalmente, una versión
definitiva de su teoría ficcional? ¿La habría abandonado por inviable? Es
difícil saberlo solo con su obra exotérica. Y aquí es donde es importante la
obra esotérica. Gabi no vivía en una burbuja ni apartado del mundanal ruido en
lo alto de una colina. Al revés, Gabi gustaba de la compañía y la conversación
incluso hasta muy tarde, hasta el amanecer. En esas conversaciones Gabi fue
dejando caer su obra esotérica o acroamática. Y buena parte de ella es la que Ricardo
Rodríguez, Juan Esteban Valera y Carlos Vinuesa han recogido en el libro
llamado, precisamente, Hasta el amanecer: Conversaciones
con Gabi Pareras (2024, El Caballo del Malo). Uno
de los grandes méritos de esta obra, entre otros, es la recuperación de buena
parte de esta obra esotérica de Gabi Pareras. En realidad, es difícil decir si
es esotérica o exotérica. Y es que Gabi sabía que Juan Esteban le estaba grabando y
que después se iba a publicar. Pero nunca vio el resultado final ni pudo
corregirlo, editarlo, pulirlo…, como se hace con las obras exotéricas. Es
decir, si Gabi lo hubiera leído lo mismo hacía como Kafka y hubiera dicho: “Ni
se os ocurra publicar esto, cabr…”. O lo mismo se entusiasma y dice: “Ni se os
ocurra cambiar nada, cabr…”. O dice: “Cambia esto sí y esto no”. El caso es que
no pudo hacer nada de eso. Luego Ricardo transcribió todo sin prácticamente
ningún arreglo, de hecho, aparecen hasta las cosas que piden a los camareros y
todas las palabrotas de Gabi. Así que tal vez esté en algún punto intermedio
entre lo esotérico y lo exotérico, a mi modo de ver más eso que exo.
Es más que probable que jamás podamos saber qué hubiera
pasado si Gabi hubiera vivido más años. Pero la recuperación, en lo que sea
posible, de su obra exotérica y esotérica puede ayudar, por lo menos, a hacer
hipótesis sobre bases más sólidas y fundamentadas.
En cuanto a la obra exotérica de Gabi, se hace ya más que
necesaria la edición de sus obras completas. Recopilar y publicar, en edición
crítica, todos los textos de Gabi Pareras que están desperdigados en notas de
conferencia, autoediciones en canutillo, artículos de revistas, etc. Y decimos
en edición crítica para que se incluyan introducciones y notas a pie de página
que enriquezcan los textos y faciliten su estudio y comprensión (al modo en el
que Jesús Etcheverry publicó La Magia de Ascanio).
No es una tarea fácil ni sencilla, pero me consta que ya hay personas cercanas
a Gabi trabajando en esa línea: ¡ánimo y adelante!
En lo que concierne a la obra esotérica de Gabi Pareras, la cuestión
ya no es solo necesaria sino urgente: quienes mejor le conocieron, y tuvieron
la suerte de pasar horas y horas con él (Joaquín Matas, Ricardo Rodríguez…),
tienen la obligación de compartir todo aquello que recibieron de Gabi y que
completa a la parte exotérica. Hasta el amanecer es por ahora el primer
paso en esta línea, primer gran paso, mejor dicho, por el volumen y calidad del
resultado. La web
y el Facebook Cosas de Gabi también
está contribuyendo en este sentido, así como el trabajo de recuperación y
recopilación de vídeos de Gabi en actuaciones formales e informales que están realizando.
Esperemos que, con el tiempo (y a poder ser, cuanto antes)
podamos disfrutar de toda esa obra exotérica y esotérica de Gabi Pareras. Y que
podamos seguir hablando de ella “hasta el amanecer”.
Enlace al libro Hasta el amanecer y enlace a la página complementaria al libro.
Andrés Carmona Campo
andrescarmonacampo@gmail.com
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